Colmena Seguros - El escalador de sueños con un pie en la cima

Mi nombre es Nelson Cardona, y puedo decirles que con la ayuda de Colmena Seguros logré escalar montañas imposibles en una pierna con la fuerza de dos.

Y es que mi vida siempre ha estado al límite de lo imposible. Me he caido y me he parado.
Desde los cinco años me di cuenta que lo mío era escalar montañas, cumbres altas y esas cosas.Una vez vi un atleta que impuso un record mundial cruzando el parque de los nevados, y yo me dije: “voy a superar lo que hace este señor”. Fue ahí cuando me puse a entrenar y le batí el record.

Cuando mi papá murió me propuse superar el record que yo mismo había impuesto, y así lo hice.

Luego me hice muy amigo de los padres del alpinismo en Colombia. Me convocaron al equipo y comenzamos a viajar por Suramérica entrenando para conquistar el Everest. Y fíjese cómo son las cosas de la vida, en el momento más bonito de mi carrera, cuando estaba más preparado que nunca, fue cuando me accidenté.

Primero, un año en un hospital, parapléjico, después, tres años en una silla de ruedas ¡¡Vaya parece pues de ahí!!

Cuando mis heridas sanaron mi pierna derecha no funcionaba, y yo con la idea que yo tenía que volver a escalar cueste lo que cueste.

Así fue como un buen día cuando ví que no podía volver a correr, a saltar, no podía montar en bicicleta, nada, se me metió en la cabeza que me tenía que amputar para lograr mi proyecto de vida, y la ARL de Colmena Seguros en medio del asombro de mi propuesta me escucharon y me apoyaron en mi obsesión, en mi sueño, en mi futuro.

El doctor Camilo Rivas de Colmena Seguros me ayudó a conseguir una nueva protesis, de las de alta gama y con esa prótesis empecé a escalar una cumbre muy grande, la de demostrarme a mi y a todos los que no creían que empiecen a creer, porque sí se puede!!

En eso estoy muy agradecido con Colmena Seguros, me apoyaron en todo, me cubrieron todo, en la parte psicológica, en la parte médica, hasta en la amputación.

En el proceso de adaptación a la prótesis por cosas del destino, un coronel del ejercito me llama y me pide que sea el lider de cinco soldados que cayeron en minas antipersonales para que los ayude a conquistar la montaña más alta de América. Me comencé a sentir útil, ¡¡imagínese liderando un proyecto grande para los soldados heridos en el país!!

Ahí fue que me di cuenta que puedo aportarle a la sociedad en muchas cosas, en ese momento dejé de ser víctima y me convertí en protagonista.

Conquistamos la montaña más alta de América, nos pusieron una medalla de honor, un premio para mí grandísimo.

Después de eso yo me dije y ¿qué tal que me convierta en el primer latinoaméricano en subir y bajar el monte Everest así como estoy sin que me pase nada? ¿se imagina lo mucho que inspiraría a la gente?. Una nueva obsesión se me metió en la cabeza.

Nuevamente fui a Colmena Seguros y así como me apoyaron con todas las vueltas de la protesis, así mismo me apoyaron con la plata que me faltaba, me empezaron a ayudar para cumplir esa nueva obsesión.

Y mientras unos me decían “noo pero cómo se va a poner a escalar el Everest!! si no pueden con dos piernas ahora imagínese solo con una, usted está loco” poco tiempo después logré escalarlo, la protesis resistió en medio de todas las dificultades, y aquí donde me ven hace dos meses terminé de escalar las 7 cumbres más duras del mundo.

Pero después de subir y bajar de esas 7 cumbres, estoy más seguro que nunca que la cumbre más bonita que he logrado conquistar en mi vida, es la de inspirar a los demás, la de hacer vibrar a otros con mis sueños, la de hacer que el futuro que las personas se propongan, a pesar de las adversidades se cumpla.

Aseguremos el progreso de todos con Colmena Seguros